La razón de ser de la Fundación Elmina Paz-Gallo es actualizar para nuestro tiempo las “intuiciones sociales, culturales y espirituales” de esta mujer que marcó la historia de Tucumán. Sin duda alguna las intuiciones espirituales fueron las de mayor peso en su vida y las que le permitieron ser una mujer libre y plena en las condiciones que le impuso la época que le tocó vivir. Elmina cultivó la vida interior y se preocupó porque las personas de su entorno también lo hicieran. De allí manó como de su fuente su apertura a los demás, su capacidad de servicio, el olvido de sí que ella pedía a Dios en su oración.
Para honrar su memoria, la Fundación ofrece retiros de espiritualidad. Son espacios destinados a posibilitar la realización un viaje hacia el centro de uno mismo, es decir, hacia la hondura del propio corazón, lugar donde habita el Misterio. De allí fluye la posibilidad de una vida cada vez más humana y humanizadora.
Todas las personas necesitamos un tiempo diferente para cultivar nuestra interioridad. Porque, de la vida interior depende la posibilidad de esa transformación que impulsa a entrar gozosamente en relación con los demás, a vivir la fe de manera ecuménica y abierta, de darse con pasión y compasión en la tarea esencial de creación y recreación de la vida.
Los espacios de retiro y espiritualidad que ofrece la Fundación Elmina Paz-Gallo se realizan en contacto con la naturaleza, con el fin de favorecer el silencio, la serenidad, el encuentro consigo mismo y la oración. A lo largo de los días los textos escogidos de las diferentes tradiciones espirituales, la música que invita a la meditación, las obras de arte que permiten abrir una ventana a la trascendencia y el acompañamiento personalizado, se ofrecen como medios que permiten alcanzar la sanación interior y tener una experiencia de la propia dignidad.
- Espiritualidad Holística
Se acompaña espacios y tiempo de espiritualidad, en contacto con la naturaleza. A lo largo de esos días, los textos escogidos de las diferentes tradiciones espirituales, la música y el arte, permiten abrir una ventana a la trascendencia, alcanzar la sanación interior y experimentar lo divino en la vida de cada persona